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Neuroproductividad

El ciclo palabra-pensamiento-reacción-hábito.

La Programación Neurolingüística nos ha enseñado que todo lo que sucede en nuestro entorno es percibido por nuestros sentidos. Esta información proveniente de nuestra vista, olfato, oído, tacto y sentido del gusto es filtrada por medio de nuestras percepciones, por nuestros filtros perceptuales. ¿Y qué hacen estos filtros? Nos permiten crear (inconscientemente) una interpretación del evento que está ocurriendo.

¿Esto significa que los filtros perceptuales evitan que llegue todo lo que está ocurriendo? Si, es así. Los filtros realizan omisiones, distorsionan lo que está ocurriendo o generalizan la información.

Entonces cuando la información enviada por los sentidos pasa a través de los filtros y se crea una representación interna de lo que está ocurriendo «afuera». Esta representación interna es el significado que le estoy dando al evento.

Ahora podemos comentar acerca del ciclo palabra – pensamiento – reacción – hábito.

Nuestro lenguaje (las PALABRAS que usamos, las frases que repetimos) ayudan a modelar nuestros pensamientos, es decir, ayudan a formar, crear, modificar los filtros perceptuales (*).

Una vez que le hemos dado un significado a un evento y se generan PENSAMIENTOS relacionados a ese evento, nuestro cuerpo responderá de alguna manera. Es decir, se presenta una respuesta fisiológica, una REACCIÓN. Si esta respuesta o reacción es agradable es normal buscar que se repita ese evento, y cuando repetimos estamos en presencia de un HÁBITO.

(*) Los filtros perceptuales se forman por medio de la educación que hemos recibido, nuestras experiencias pasadas, la cultura en la que estamos inmersos, las creencias que nos han inculcado, los valores familiares y el lenguaje e idioma que hablamos. De todos estos elementos el más fácil de cambiar porque depende sólo de nosotros es el lenguaje, las palabras que utilizamos.

¿Crees que podemos cambiar hábitos? ¿Quieres conocer un método probado para reinstalar hábitos y ser más efectivos? Escríbeme a inoguera@rn-consulting.net

Saludos, Ingrid Noguera.

La teoría del cerebro «Triuno» o la evolución del cerebro.

¿Por qué si hablaremos de neuroproductividad tenemos que saber acerca de la «evolución del cerebro»?

Es cierto que conociendo la historia no vamos a ser más productivos. Solo al estar conscientes de las costumbres que nos impiden ser productivos es cuando empezamos a sustituirlas por nuevos hábitos y para eso es bueno conocer sobre nuestro cerebro.

EL CEREBRO HUMANO, si así con mayúsculas, es el órgano del cuerpo que más interés ha despertado en los últimos años en científicos de todo el mundo. Uno de ellos es el Dr. Paul McLean, médico y neurocientífico norteamericano (1913-2007). Quien en su obra «La Evolución del cerebro Triuno» desarrolló uno de los modelos más aceptados sobre la relación y funcionamiento de las secciones que componen el cerebro. Esta teoría parte de las diferencias entre regiones de nuestro principal órgano, para indicar que cada una de ellas es un cerebro en sí y que juntos forman el cerebro Triuno. Según esta teoría el cerebro ha ido cambiando en la medida que el ser humano fue evolucionando: Desde que era un prehomínido y su cerebro solo funcionaba para mantenerlo con vida y reaccionar al entorno, hasta llegar al desarrollo mental del ser humano actual. Es decir, que cada uno de los tres cerebros ha ido apareciendo uno sobre el otro en la línea evolutiva de los humanos. Entonces estos tres cerebros serían «casi» independientes. Se relacionarían entre sí siguiendo una jerarquía. Tiene prioridad la parte más antigua y la que mantenga las sus funciones para lograr la supervivencia de la persona.

¿Y cuáles son esos tres cerebros?

El Cerebro Reptil o Reptiliano, el Cerebro Límbico y Cerebro Neocortical o Neocorteza. Veamos un poco de ellos

El Cerebro Reptiliano: Es la zona donde se encuentran los llamados ganglios basales, el tronco del encéfalo y el cerebelo. Este es responsable del mantenimiento de las funciones necesarias para la supervivencia inmediata. Controla el estado de vigilancia de nuestro organismo procesando los datos que vienen del exterior para responder ante el peligro. Controla la respiración y el ritmo cardíaco. El cerebro Reptil sólo genera conductas impulsivas, que siempre se repiten del mismo modo, dependiendo de los estados fisiológicos del organismo como el miedo, el hambre y la rabia. Se le asocia la memoria a corto plazo y las reacciones rutinarias.

El Cerebro Límbico: Es la estructura responsable de las emociones relacionadas a cada una de las experiencias que se viven. Su nombre viene del latín Limbus que significa borde. Es el cerebro del sentir y de las emociones «humanas». Se considera que en el Cerebro Límbico se alojan o generan los mecanismos de motivación, de placer, de disgusto, de alegría y tristeza. También todos los esquemas de interacción social se crean en el cerebro Límbico y es a través de este que sabemos que una experiencia es agradable o desagradable. Si una conducta produce emociones agradables, el Límbico nos hace querer repetirla. Por el contrario, si una conducta produce dolor, recordaremos esa experiencia y evitaremos repetirla.

El Cerebro Neocortical o Neocorteza: Es donde reside el pensamiento, el razonamiento, la intuición, la reflexión y la comunicación verbal. En la neocorteza se asienta el lenguaje y la expresión y es donde reside la capacidad para aprender todos los matices de la realidad y de trazar los planes y las estrategias más complicadas y originales. Es la sede de la racionalidad en nuestro sistema nervioso, ya que permite el pensamiento sistemático y lógico, independientemente de las emociones y conductas programadas por nuestros genes.

Ahora que vimos un resumen la pregunta que surge es ¿Cómo se relaciona la Neuroproductividad con la teoría del cerebro triuno? Para ser productivos debemos identificar nuestros hábitos, conocer aquellos asociados al cerebro límbico. Luego crear estrategias para sustituirlos por nuevos hábitos, partiendo desde las características de la Neocorteza.

Cómo sustituir hábitos será tema de otra entrada del blog.

Cuéntanos ¿Qué te ha parecido la teoría del cerebro Triuno? ¿Para qué puede serte útil esta información?

3 consejos para estar enfocado y ser más productivo.

 ¿Cuántas veces has sentido que te alejas de tus objetivos? ¿observas que tienes muchas cosas por hacer y no sabes por donde arrancar? y cuando estás trabajando te cuesta mantenerte enfocado en un sola cosa y saltas de una tarea a otra, buscando terminar alguna y a la final no culminas ninguna, arrastrando los mismo reportes y actividades pendientes de la semana pasada…

Definitivamente tienes el conocimiento para realizar tu trabajo pero no posees el enfoque adecuado para establecer un método que funcione y te permita organizarte y no distraerte.
3 Consejos para estar enfocado y ser productivo:
1. Objetivos realistas y alcanzables. Si tu objetivo es escribir un libro en 30 días y al día 15 solamente llevas 2 páginas, probablemente te vas a frustrar y a dejar todo para el último momento, te vas a cansar y no obtendrás la calidad que estás buscando. Para lograr grandes objetivos debes empezar por dividirlos en objetivos pequeños, para seguir con el ejemplo, en una semana escribiré 2 capítulos del libro más el prólogo, lo haré directo en el computador utilizando una aplicación de corrección ortográfica, al finalizar se lo pasaré a un amigo de confianza para tener un feedback y seguir avanzado en los demás capítulos. De esta manera tendrás semanalmente un objetivo claro y alcanzable para cumplir.
2. Constancia. Si queremos adoptar un nuevo hábito, por ejemplo, leer un libro por mes y vamos a destinar 15 minutos de lectura diaria, debemos mantener el ritual, si no puedo cumplir con el horario propuesto por una eventualidad, debo tomar otro tiempo del día para leer, ya que si lo dejo para el siguiente día podemos empezar a flaquear y desanimarnos. La constancia es la clave.
3. Detox digital. Coloca en tu agenda un tiempo determinado para tus redes sociales, correos electrónicos y WhatsApp. Si estás laborando en casa y el WhatsApp es tu herramienta de trabajo, termina una tarea y luego revisa tu teléfono. Contesta lo que sea necesario y continúa trabajando otro bloque de 40 minutos y así repites el ciclo. La intención es que no dejes por la mitad lo que estás haciendo, ya que volver a concentrarte será un poco más difícil o perderemos tiempo revisando porque no recordamos hasta donde llegamos. Esto también aplica con el correo electrónico.

En conclusión, debes ser específico con tus objetivos y constante en las actividades. Trabaja en bloques de tiempo y no te distraigas con actividades que no agregan valor.

Conoce nuestro progama Neuroproductividad: Hábitos para ser altamente efectivos o escríbenos a inoguera@rn-consulting.net.

Saludos
Ingrid Noguera

Neuroproductividad desde casa: cómo aprovechar tu tiempo.

Cuando nos dijeron que debíamos trabajar desde casa, que ya no podíamos salir a visitar clientes, que nuestra rutina cambiaría de un día para otro, lo primero que me pregunté fue ¿Cuál sería mi espacio de trabajo? Busqué un espacio en la sala, y coloqué mi computadora, agenda, cuaderno y bolígrafo: todo listo para arrancar. A los días entre las interrupciones por mis hijos, la cercanía del televisor, la cocina y el espacio abierto no me dejaban trabajar. Luego se me ocurrió trasladarme a otro espacio: mi cuarto. Colocamos un escritorio y al tener la posibilidad de cerrar la puerta me ayudó a tener reuniones en privacidad además del respeto del tiempo por parte de los miembros de la familia. La rutina

¿Cómo sería esta nueva rutina estando en casa, combinando mi rol de madre, ama de casa, esposa y profesional? ¿Cómo combinar todos estos sombreros y no morir en el intento?
Lo primero era concentrarme en mis deberes de trabajo, los entregables, crear una lista de todas las tareas que debía realizar desde casa, las comunicaciones, correos, reportes y demás. Un plan mensual con todas las cosas que debía hacer, colocando los recursos que necesitaba. 
Ahora los niños ¿Qué harán estos días?
Luego de una semana sin horarios, adaptándose a los cambios en el hogar, a no ir al colegio, a tener a sus padres en casa, el no poder jugar futbol en el parque, no ver a sus amigos y no salir del apto, creamos un horario con tiempos definidos para leer, jugar, hacer clases de ingles, ver tv y para buscar en youtube algo que me gustaría aprender (te sorprenderá todo los “do it you self” que hay para niños de todas la edades).  Esto nos ayudó a crear responsabilidades, una rutina y no tener que responder la pregunta de siempre: ¿qué puedo hacer? Esto les dio la seguridad que todo está bien y mis papás están acá conmigo viviendo el proceso. 
Vamos a profundizar en la rutina para ser mas productivos:
Lo primero es crear el calendario de la semana con el detalle de cada una de las horas. Escribe en él todas las actividades que tienes desde que despiertas: agradecer, hacer ejercicios, meditar, desayunar, trabajar, estudiar, leer, preparar comidas, el tiempo para compartir con los miembros de la familia, comer y dormir (sin olvidar la ducha).
El calendario te ayudará a tener una estructura, a organizar tu día, a que las horas tengan un sentido, a que te sientas bien y tengas tiempo para todo lo que quieres hacer. 
Paso 1. Empieza por tu espacio: busca un sitio agradable que te de energía y calma a la vez, que te permita trabajar en lo que tu deseas, con la comodidad y el gozo de disfrutar ese espacio. 
Paso 2. Ordena tus ideas y haz tu calendario.
 
Espero que estos dos sencillos pasos te funcionen tan bien como me han funcionado a mí. 
 
Ingrid Noguera
 
NOTA: este post fue publicado originalmente el 27 de abril de 2020.
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